Cuando Kandinsky impartía clases en la Bauhaus, también lo hacía un artista suizo llamado Paul Klee. Y aunque Klee no era teosofista, si compartía, al igual que Kandinsky, un mismo ideal pictórico.
Una visión de este ideal la presenta Klee en su libro El ojo que piensa, escrito durante los años de profesor en la Bauhaus; acaso el manual más detallado sobre la <<ciencia>> del diseño que jamás se haya escrito, según Robert Hugues, concebido en términos de una teoría universal de las <<equivalencias>> visuales de los estados espirituales, cuya complicada elaboración rivalizaba con la de Kandinsky.
Al igual que Kandinsky, Klee valoraba lo <<primitivo>>, y especialmente el arte de los niños. Envidiaba esa libertad polimorfa que tienen los niños para crear signos.
En su afán de pintar <<como si fuera un recién nacido, sin saber absolutamente nada de Europa>>, Klee era un europeo total. Su obra indagaba en las innumerables grietas dela cultura, recogiendo pequeños trofeos y emblemas de la botánica, la astronomía, la física y la psicología. La música tuvo en él una influencia especial. Creía que el contrapunto del siglo XVIII (su forma predilecta) podría traducirse directamente en gradaciones de color y valor, repeticiones y cambios de motivo.
Las suposiciones de Klee eran desenfadadamente trascendentalistas. <<Antes solíamos representar las cosas visibles de la tierra>>, escribió en 1920, <<cosas que nos gustaba mirar lo que nos hubiera gustado ver. Hoy revelamos la realidad que yace detrás de las cosas visibles, expresando así la creencia de que el mundo visible no es más que un caso aislado en relación con el universo y que hay muchas otras realidades latentes…>>
La obra de Klee es la búsqueda de los símbolos y las metáforas capaces de hacer visible esa creencia.
La obra de Klee no ofrece los sentimientos intensos de Picasso, ni la maestría formal de Matisse. El trazo exacto y delgado, arrastrándose y arañando los bordes de su fantasía, se verifica en un pequeño ámbito de superposiciones, transparencias y campos de figuras contrapuestos, todos post-cubistas.
En este clip, presento una sucinta muestra de su obra, espero sea de su agrado.
Muy bueno, impresionante.
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misterioso Klee, me encantó la entrada.
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Es maravilloso. Interesante la observación sobre el trascendentalismo, cuanto más sorprendente si uno lo piensa casi 100 años atrás.
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