Pintora polaca nacida en Varsovia (1898). El arresto de su marido por los bolcheviques la convirtió en una especie de heroína.
Después de rescatar a su esposo, viajó a París donde llegó a convertirse en una musa de la pintura Art Decó, deslumbrando a la aristocracia con la deliberada sensualidad de su arte.
Casada en segundas nupcias con un millonario, la convirtieron en baronesa y sus destellos en los grandes salones comenzaron a mezclarse con el incipiente ascenso del nazismo.
Es entonces cuando viajó a Estados Unidos donde decidió vivir tan espectacularmente como había planeado.
Fue amiga de Greta Garbo, Orson Welles, Rita Hayworth, entre otros.
A la muerte de su marido decidió ir a vivir a Cuernavaca (México) donde siguió pintando y frecuentando los altos círculos sociales hasta su muerte. Tamara de Lempicka murió en 1980 y sus cenizas están esparcidas sobre el volcán Popocatepetl.
Su producción se centra en retratos femeninos y en desnudos de ambos sexos. Siguiendo la tendencia de la pintura art decó, pintaba mujeres etéreas, con ropajes flotantes y dedos largos, si bien dan una impresión férrea y escultural por la pincelada pulida y los marcados contrastes de luces y sombras; son sus mejores ejemplos, junto con los desnudos. Sus influencias principales son Botticelli, Bronzino e Ingres, el retrato manierista en general, y el Cubismo, pero sin llegar al arte abstracto. Curiosamente, Tamara empleaba este eclecticismo o fusión de estilos antiguos para representar temas actuales, donde las figuras visten ropajes y peinados de última moda.
La influencia de Ingres en Lempicka invade muchas de sus obras: retratos de mujeres en los que uno no sabe dónde comienza la carne y dónde termina el vestido como en el caso de Retrato de Ira P. o en los que la modelo parece tatuada por los encajes transparentes que la envuelven al igual que una criatura de Botticelli como en el caso de Nana de Herrera . El vestido de tirantes del retrato de Mrs. Alan Bott nos revela más que lo que oculta y la consonancia plástica que Tamara tan bien maneja queda patente entre el respaldo del sillón y el cuello de piel de la baronesa Renata Trévès .
El vanguardismo, sinónimo para Lempicka de “ser un muerto de hambre”, estaba demasiado expuesto a fluctuaciones como para seguir por su camino y lo que hace, entonces, es entregarse a una mezcla sutil entre el postcubismo y el neoclasicismo (de moda en ese momento), con un toque del genial Ingres. ¿Por qué Ingres? Dos razones poderosas daban respuesta a la incógnita: por un lado satisfacía sus propios impulsos eróticos y, por otro, satisfacía los libidinosos sueños de su futura clientela con poder de compra, a saber, la burguesía.
Diseñadora Hermosa y elegante, mundana y sofisticada, se convirtió en el fascinante símbolo de toda una época. Femme fatale superficial y clasista cuya indiferencia por el movimiento feminista y los ambientes intelectuales es mutua.
Deslumbrando con la deliberada sensualidad de su arte, se creó la leyenda de que antes de pintarlos se acostaba con los modelos, en su pintura suele aparecer vestidos y desnudos con alguna ligera modificación, peinado, color del pelo pero repitiendo el perfil. Su estilo de trazo grueso, fondo plano,.. Dibuja la portada de la revista alemana de moda «Die Dame»… es, utilizado masivamente en cartelería por los nazis, (y no solo por los nazis)…, Quedando relegada de las enciclopedias por no ser políticamente correcta, sus pinturas fueron clasificadas de porno blando. Ahora vale más un cuadro que lo que percibió en vida por los más de 500 que dejó, ¿podría hablarse de fetichismo lempickano? o sí. Casi toda su obra está en colecciones privadas, o privadísimas, pues se dice que existen además otros 300 cuadros más, pero en los catálogos no salen.
Una pintora que fue dejada de lado por el canon de la vanguardia. En mis estudios recientes de Historia del Arte donde he tenido exceso de asignaturas de arte contemporáneo no aparece ni una sola vez. Eso aún hoy. Por suerte bastantes artistas «olvidados» están teniendo estudios y exposciones que hacen ver su valor.
He visto reciente mente la exposición de Alma-Tadema en el Thyssen, otro de esos artistas considerados anacrónicos.
En cuanto a la vida privada de los artistas, prefiero no indagar o no tenerla en cuenta. Aunque en su juventud Tamara de Lempicka tenía un aire de Greta Garbo muy claro y seguramente buscado.
Saludos.
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Acabo de comenzar una serie de trabajos sobre la mujer silenciada en el arte https://euclides59.wordpress.com/2014/08/10/la-mujer-silenciada-en-el-arte-parte-i-edad-antigua-y-edad-media/, y también trabajé en su momento a Alma Tadema, https://euclides59.wordpress.com/2012/10/23/lawrence-alma-tadema/, por si te interesara. Un saludo muy afectuoso y gracias por tu seguimiento y comentarios.
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Me interesa mucho, aunque como de costumbre, tengo poco tiempo (para hacer comentarios sobre todo, leer sí que leo) La culpa la tienen esos estudios de Historia del Arte que me es imposible hacer durante el curso académico por cuestiones laborales.
He visto el rímel enlace y Linda Nochlin es una autora que estoy estudiando ahora.
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Bellissimo… gracias
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Gracias
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